Invitándote a una reflexión sobre la campaña por la presidencia de Acroarte
Por Humberto Olivieras
Tras el cargo presidencial de Acroarte para estas próximas elecciones, se encuentran los compañeros José (Cheo) Gómez y Max Jiménez.
El muy meritorio Cheo ha sido en dos ocasiones presidente de la entidad y ha hecho mucho por la misma, pero todo en la vida es evolución, etapas nuevas que requieren asimismo nuevas visiones. La tanta repetición de una persona en un cargo implica negarles oportunidades a otros de que también ejerzan el derecho de incidir, de dirigir. Por eso es, entre otras razones, por la cual pesa en el animo colectivo de las sociedades humanos del mundo, el rechazo a las reposiciones en sentido general.
Por mucho que se quiera negar, en primer lugar repetición dentro del tema que nos ocupa, es negación del derecho a otros de jugar roles para los cuales las experiencias previas los hayan capacitado, y en segundo lugar, abre la puerta al peligro del anquilosamiento. Si fuera en política, estaríamos hablando de puerta a la corrupción.
El compañero Max Jiménez, pertenece a una nueva generación de dirigentes, cuyo mando –esta generación- acaba de ganar el grandísimo mérito de haber organizado el Casandra más exitoso por sobre todos los demás, en base a la selección de candidatos a los premios en sus distintos renglones, más transparente y con la mayor aceptación por parte del público. Muestra de todo esto es que la transmisión del gran evento de ahora obtuvo la puntuación de audiencia más alta de la historia de esta premiación.
Si todo ello no es fruto de integridad y transparencia, entonces habría que invitar a la Academia Real de la Lengua Española para que crea otros grandilocuentes adjetivos para enmarcar en su justa dimensión esa producción del último marzo.
Por lo tanto Max Jiménez debe ser la persona que debemos escoger para que dirija los destinos de nuestra Asociación de Cronistas de Arte a nivel nacional, y en particular en Nueva York, a la dinámica compañera Minerva Sant-Hilaire. En la Gran Manzana ya el hermano César Romero tuvo su oportunidad.