Se ha apagado una luz en el periodismo, muere Reginaldo Atanay
Por ADALBERTO DOMINGUEZ
Se ha apagado una luz en el periodismo, no sólo en República Dominicana, sino también en el periodismo hispano universal.
Se nos ha ido Reginaldo Atanay a una nueva vida. La muerte le sorprendió alrededor de las 6:30 de la tarde de este viernes, en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Memorial West, localizado en Pembroke Pines, Florida.
Mientras recibía asistencia en el referido centro hospitalario, Atanay estuvo bajo el cuidado de los médicos que lo atendieron desde la madrugada del pasado lunes 24 de septiembre, donde su esposa, Luz Atanay, siempre estuvo a su lado, junto a otros familiares y algunos de sus amigos. Dona Luz dijo que Reginaldo le dijo a eso de las 2:00 de la madrugada del dia 24, que sentía dolor en el pecho y en mal estado de salud por lo que le pidió que llamara al Servicio de Ambulancia de la Ciudad y lo llevaran al hospital. Ella acudió a Nelson González, un amigo y vecino de Reginaldo, y éste se presentó a su casa en Pembroke Pines, Florida, acompañándolos hasta el Hospital Memorial West, donde los médicos hicieron todos los esfuerzos posibles por salvarle la vida, pero los mismos resultaron infructuosos.
Dona Luz agradeció, a nombre de sus hijos y familiares, a todos los amigos y relacionados las muestras de solidaridad que le han ofrecido desde que trascendió la noticia sobre el internamiento de Atanay en el centro hospitalario.
Reginaldo Atanay, considerado uno de los decanos de la prensa hispana en esta ciudad, editaba el periódico digital Atanay.com y laboró en distintos medios de comunicación en su país de orígen, entre ellos La Nación, El Caribe, Prensa Libre y para el Departamento de Prensa de Radio Television Dominicana. Trabajó, además, en varios programas de radio y televisión, a veces como director y en otras ocasiones como co-partícipe; entre otros medios figuran Radio Televisión Dominicana, Rahintel Canal 7, La Voz del Trópico, Emisoras Unidas y Radio Central. Además, trabajó en Puerto Rico, aunque durante pocos meses, en el diario El Imparcial, y El Dia. Luego, en Nueva York, a donde emigró, empezó a escribir la columna “Bohío Dominicano”, en el Diaro La Prensa, del cual fue reportero, subdirector (en dos ocasiones), Director Asociado, editorialista y, finalmente, Editor de “La Comunidad”, hasta el 12 de diciembre de 2003, cuando dejó de pertenecer a esa empresa periodística.
Desde que hace varios meses de mudó de la ciudad de Nueva York al Estado de La Florida, se mantuvo en contacto permanente vías telefónica y por correo electrónicos, con sus amigos de la llamada “torre de babel”. Nunca perdimos las comunicaciones con Reginaldo Atanay, con comentarios sobre la familia, el trabajo, la política y los eventos sociales y de otra índole, dándonos siempre una voz de aliento.
Sus restos serán cremados y luego regados en playas de Hollywood. De esa forma, su esposa Luz dará cumplimiento a la decisión que en vida había tomado Atanay.
Representantes de distintos sectores de la comunidad hispana, y periodistas de todos los niveles en esta ciudad, han expresado su pesar por la muerte de Atanay.
Descance en paz, colega honesto y amigo leal, Reginaldo Atanay!
