Un zafiro para Kate y una aguamarina para Meghan
La espera que ya dio luz para ver el anillo, parecio ser etera. Hemos tenido que esperar a que llegara la noche y que los recién casados pusieran rumbo a su fiesta en Frogmore House para descubrir en el dedo de Meghan la impresionante aguamarina que, aunque no se veía desde el trágico verano de 1997, indudablemente es de Diana. Se trata del anillo que se compró ella misma después de su divorcio con el príncipe Carlos, firmado de forma oficial el 28 de agosto de 1996, y con el que vino a remplazar el icónico anillo de compromiso que años más tarde Guillermo le daría Kate.
Se podría decir que además de un símbolo de independencia y de renacer, al ser adquirido al terminar el proceso de divorcio, este anillo de aguamarina es la joya que representa el último año en la vida de la Princesa. En esa época, tras perder el tratamiento de Alteza Real, su agenda se volvió frenética. Más carismática y cercana si cabe, Diana comenzó a mostrar una nueva faceta, una cara con la que conquistaría al mundo y se haría eterna.
Cabe decir que esta aguamaria la lució, al menos en público, en contadas ocasiones en el que iba a ser el primer año de su nueva vida y que tristemente resultó ser el último, lo cierto es que fue inolvidable.
La hermosa joya azul de ensueño que estrena Meghan con motivo de su boda con el príncipe Harry se pudo ver por primera vez en la noche del 31 de octubre de 1996 en Sídney, Australia. Se trató de una aparición icónica, mil veces recordada e incluso recreada en películas sobre su vida. Enfundada en un vestido de satén azul -un diseño firmado por Versace, que moriría asesinado semanas antes que ella y a cuyo funeral no faltó la Princesa- Diana de Gales hizo historia.
Recordamos que recordar que tras la muerte de Diana de Gales unos abatidos Guillermo y Harry eligieron un recuerdo cada uno de su madre. Fue entonces cuando el Duque de Cambridge cogió el reloj Tank Français de oro amarillo de Cartier -que era un regalo del padre de Diana a su hija- y el pequeño escogió la otra joya que tanto le recordaba a su madre, el anillo de zafiro. Al parecer los hermanos hicieron un generoso pacto entre caballeros en el que acordaron que el primero en casarse recibiría el anillo de zafiro. Además parecía lógico que quedara destinado a la duquesa de Cambridge dada la posición al trono británico que ocupa el príncipe Guillermo, la segunda después de su padre el Príncipe de Gales y Heredero a la Corona. (Hola)